Algunas dificultades
Pero no a todos los ángeles les es tan sencilla la tarea. Los que han sido comisionados para Europa, lo tienen más difícil. Una de las parejas, que ha ido a una ciudad que, a estas horas de la noche muestra un precioso y alto pirulí azul y rojo y una hermosa fuente iluminada con luces de colores, ha quedado muy sorprendida por lo que ha encontrado.
Hay que decir que se les ha facilitado un listado provisional de miembros de iglesias, y por ahí han comenzado. Pues bien, cuando llaman al timbre de uno de los pisos, les ocurre lo siguiente:
- Buenas noches. Venimos en el nombre del Señor a recoger a su Iglesia.
Y les responde el individuo: “¿Ahora?”. ¡Se ve que no le viene bien! ¡Que le interrumpe algo más importante que ir con el Salvador a la morada eterna! Y a aquellos dos ángeles se les ponen los ojos como platos, y se miran y, encogiendo los hombros y las alas dicen, casi en un susurro: “Oh, disculpe, quizá es un error…”. Y se marchan.
Otros dos se encuentran con que, al pedir que se acrediten los frutos, les muestran el certificado de bautismo. (més…)

Miguel, uno de los arcángeles más renombrados, se ha ocupado de la distribución de las tareas. Ha encargado a especialistas la preparación de las salas de recepción de los creyentes y para ello ha requerido la ayuda de los ángeles más dotados en artes plásticas, con ayuda de carpinteros y artesanos diversos, para la decoración del lugar. Un gran coro estará dispuesto para cantar en directo mientras los hijos del Gran Rey de todo el mundo vayan llegando, y sus himnos serán un bálsamo para el corazón que ha sufrido, una confirmación de que todo a lo que se renunció, todo lo que se entregó o perdió por amor al Salvador, mereció la pena. Los ángeles cocineros llevan semanas elaborando menús deliciosos para las Bodas del Cordero, y preparando poco a poco todos los ingredientes necesarios: en el cielo nada se estropea. En un primer momento, sin embargo, ofrecerán un gran refrigerio a los peregrinos cansados que han llegado por fin a la patria celestial.